sábado, 22 de diciembre de 2012

natalia litvinova











gómel

mi abuelo lo único que hacía era afeitarse y temblar
frente al televisor.

mi padre todas las mañanas se perdía en el campo,
transformado en un punto tridimensional de la nieve.

regresaba con una sonrisa mística en su rostro y nadie
sabía por qué.

en verano también esa misma sonrisa y frutillas
en sus manos, en primavera frambuesas.

la sonrisa de mi padre traía frutos maravillosos.

mi abuelo temblaba cada día más, su cabeza recaía
como mandolina y se erguía como un piano.

un día mi padre regresó con manzanas

mi abuelo dio con la clave del silencio.


*  *  *

no hay idioma que contenga

cada palabra
es piel de la nieve

una niña con una rama
escribe sobre ella

la nieve se derrite
la niña también.


*  *  *

sombra

no soy la mujer que corre
con monedas en los bolsillos
tengo las ideas rotas.
soy la que se detiene ante un árbol
y lo nombra en ruso
y se describe en su sombra.


*  *  *

exilio

no pertenezco a continente alguno,
podría ser: ausencia en cualquier pecho
ausencia en cualquier ojo
lengua de los desaparecidos;
o pájaro armándose alas.


Los cuatro poemas pertenecen al poemario Esteparia (Ediciones del dock, 2010)



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Natalia Litvinova (1986, Gómel – Bielorrusia)
Es poeta y traductora. Publicó Esteparia (Ediciones del dock, 2010), Balbuceo de la noche / Balbutiement de la nuit (plaqueta bilingüe – Melón editora, 2012), Grieta (Ediciones Gog y Magog, 2012), Cortes invisibles (antología - Editorial Letras de Cartón, 2012 - Chile) y Cartas de la locura (tríptico – editorial lisboa, 2012). Tradujo del ruso la antología  Rumbo a Karachay (Editora Casa Refugio Citlaltépetl, 2011 – México) de la poeta Shajriza Bogatyreva.

domingo, 16 de diciembre de 2012

stella díaz varín



Diálogo

Me preguntas
El pasado
Yo respondo
Mi esperanza
Cuando ves una hondonada
Entre dos rocas
Milenios de años la consignan
Ese es mi pasado
La oscura mirada
La oblicua sonrisa
Que atraviesa tu rostro
Esa mueca sideral
La imagen verdadera
En la esperanza
La vertiente donde abreva el hombre
Para encontrar su origen
Nostalgia de la luz
Círculo para fustigar
el corazón del hombre      La luz fija
en nuestra soledad consciente.
Si alguien se atreviera
A llegar hasta mi puerta
La certidumbre
Rompería en sollozos
Y ya no vendría nadie
Nadie desde el pasado.

*  *  *

Dos de noviembre

No quiero
que mis muertos descansen en paz
tienen la obligación
de estar presentes
vivientes en cada flor que me robo
a escondidas
al filo de la medianoche
cuando los vivos al borde del insomnio
juegan a los dados
y enhebran su amargura.
Los conmino a estar presentes
en cada pensamiento que desvelo.
No quiero que los míos
se me olviden bajo la tierra
los que allí los acostaron
no resolvieron la eternidad.
No quiero
que a mis muertos me los hundan
me los ignoren
me los hagan olvidar
aquí o allá
en cualquier hemisferio.
Los obligo a mis muertos
en su día.
Los descubro, los trasplanto
los desnudo
los llevo a la superficie
a flor de tierra
donde está esperándolos
el nido de la acústica.


Ambos poemas pertenecen al poemario Los dones previsibles (1992; Ediciones Periféricas, 2012).



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Estela Díaz Varín (1926, La Serena – 2006, Santiago)
Fue considerada como una de las poetas chilenas más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Formó parte de la Generación del ´50 de Santiago. Tras el golpe militar de 1973 fue perseguida y sufrió en carne propia la represión y la marginalidad. Publicó los poemarios: Razón de mi ser (1973), Sinfonía del hombre fósil (1953), Tiempo, medida imaginaria (1959), Los dones previsibles (1992; Ediciones Periféricas, 2012), La arenera (1993) y De cuerpo presente (1999).

sábado, 8 de diciembre de 2012

marcelo díaz








Miles de años luz

La estrella más cercana
es un pájaro fuera de órbita
que choca contra la bóveda celeste
dejando restos de sombras.
La única metáfora que me queda:
“el pájaro abre su boca
y los sonidos se atascan en el poema”.

*

Entraba con nubes amarillas a casa
como quien vuelve de un viaje inútil.
En el monoblock, a cierta hora del día,
papá era un lunar
y me hacía señas de luces para que bajara a la playa.
Jamás hablamos del pájaro.

*

El pájaro golpea, es el último.
Las cenizas de una órbita común flotan en el aire.
El cielo es más espeso ahora
que cuando papá hacía señas de luces con el auto.

*

El pájaro abre su boca
y los sonidos se atascan en el poema.
“Yo no existo” pienso.
Luego escucho: “yo tampoco”
Papá murió hace años.



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Marcelo Daniel Díaz (1981, Río Cuarto)
Poeta, narrador, ensayista. Se licenció en Lengua y Literatura. Forma parte del consejo editorial de la revista de estudios literarios Borradores de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Publicó el poemario La sombrilla de Wittgenstein (Cartografías Ediciones, 2009), el libro de relatos Los límites de Tlon (Cartografías Ediciones, 2009) (ambos premiados en el concurso provincial por esa misma editorial), el poemario Newton y yo (Editorial Nudista, 2011) y el ensayo La palabra y la acción: la máquina de enunciación K (EDUVIM Ediciones, 2012).

sábado, 17 de noviembre de 2012

julia wong






Una poeta rusa
Ella mira los diez gatos encerrados en su propio suplicio, maullándole dentro del esternón....
respira sobre la superficie de la taza de café y solemne
detecta, no queda nada...
Ha decidido cruzar la frontera,
en el lomo del último caballo
atraviesa la estepa despidiéndose de sus lamentos
el vendedor de guijarros y supersticiones
le regala un lapicero ordinario,
no nos olvides.
ella proclama su libertad casi al nivel del silencio
En la casa del tío, más allá de las fronteras
están el tío y su espalda
la espalda tiene 87 años respirando hacia la misma pared
recostado siempre del lado en que espera que alguien entre y le abrace
Ella extiende su sombra como un mantel
y ella que nunca miente
le dice
tío ...
esa sombra extendida vale más que todo el dinero del mundo
esa sombra se quedará para siempre en ese pequeño espacio
lleno de huecos y tertulias frustradas
Luego puedes tomar mi sombra y cabalgar con ella hacia el horizonte...
allí quizás encontremos la sin razón de nuestras raíces
lo que no tiene edad ni muerte
El tío sirve Te
el tío sorbe el te y sus huesos tan cansados se calientan
Sigue hablando.... le pide
la voz de una sobrina joven calienta más
que el mismo te
entonces el tío le confiesa que el ha perdido su sombra
en otro imperio ,
en la guerras
... déjame en penumbra
para recapacitar
¿Cómo está Rusia ahora?, pregunta
Como una sombra brillante
blanca como una luna de leche y quiere
extenderse sobre toda la tierra.



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Julia Wong (1965, Chepén)
Poeta y narradora peruana. Coordina anualmente el evento Chepén Chepén de Poesía que convoca a poetas de todas las latitudesPublicó los poemarios Historia de una gorda (Editorial Libertad, 1994), Los últimos blues de Buda (NoEvas editora, 2002), Iguazú (Ediciones Atril, 2004), Ladrón de codornices (Ediciones Patagonia, 2005), Un salmón ciego (borrador editores, 2008), Bi-rey-nato (el suri porfiado ediciones, 2009 - Bs. As.) y Lectura de manos en Lisboa (Melón editora, 2012 - Bs. As.). En narrativa Bocetos para un cuadro de familia (borrador editores, 2008), Margarita no quiere crecer (borrador editores, 2010) y Doble felicidad (Editatú Editores e Impresores, 2012).

domingo, 4 de noviembre de 2012

bárbara alí






En el amanecer
las aves gritan
el poema llegó a su fin.
Ahora un sol que nace mientras duermo
el destino se dibuja
en lo más silencioso de la inocencia.

*  *  *

Rumor de aleteos en la ventana:
los pájaros queriendo entrar
para verte.

*  *  *

Una flor en la noche
testigo de esta espera
enhebrando palabras
para calmar tanto deseo.

*  *  *

Ahora con el naufragio
haré una tierra
para llegar a unirme.


No soñar con puertos
sino con puertas
quizás sea la solución.


Irme
solo queriendo llegar
a mi otra.

*  *  *

Se oscurecen las palabras
detrás de la puerta
alguien esperó
la llave del verbo.


Por las lejanías
se proyectan las sombras
cuando cierro los ojos
algo destiñe mi sueño.



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Bárbara Alí (1984, Buenos Aires)
Es poeta y profesora de escuela primaria. Tiene una licenciatura en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Publicó los poemarios La muerte también bautiza (2007) y Juegos (Editorial CILC, 2009).

sábado, 25 de agosto de 2012

jorge santkovsky





Gatos

No me sorprende
la invisibilidad de los gatos,
la sospechaba desde niño,
los comprendo.
Conocemos lo peligroso
del hombre con miedo.

Ahora
que se que no se esconden
aprenderé de su ausencia,
ser invisible
puede serme útil
en un mundo
donde todo esta a la vista.

*   *   *

Luna

Femenina
disfruta los halagos,
no es fácil amarse bajo el sol
es sencillo jurarse amor eterno
bajo una luna radiante.

A menudo,
temerarios, descuidados o faltos de suerte
sucumben a la marea embravecida.
La luna disconforme
desaparece
mengua su presencia
y la marea desespera.
Se ve la rabia en las olas que no brillan
¿Que promete la marea?
¿Que promete una y otra vez que no cumple?

Crédula,
como todos los que aman demasiado
la luna vuelve
y todo comienza nuevamente.

Otra explicación banal
sobre la relación de la luna y la marea
me tiene sin cuidado.

*   *   *

Máscaras

Son solo máscaras.
Donde una  ríe
surge otra que condena.

De golpe
las máscaras se alternan
la que ríe ignora
la que condena adora.

No las atraparas
son solo máscaras.

Déjalas ir
no valen la pena.

*  *  *

Árboles

En este día caluroso
bajo los árboles,
el viento da una tregua
y siento
que todo ocurre hoy.

Ocurre la tierra,
su magnifica presencia
esconde el sudor del surco
y nos revela inocencia.

Ocurre el agua,
que vuelve todo
al efímero principio
y parece sanar
toda enfermedad
todo lo que acecha.

Ocurre el cielo,
allá van
nuestros pensamientos
donde todo vuela
donde todo es cierto.

Y ocurre el fuego,
en grupo
todo lo devora
y estando solo
tiembla,
solo tiembla.

Bajo el respiro de los árboles
de nada debo privarme,
como siempre
todo ocurre hoy.

*  *  *

Noche

Una noche
en una sala pulcra y ajena,
en tu única verdadera noche,
lograste el ansiado descanso.

Al fin te perdonaste.

Y sin que yo lo advirtiera
me dejaste perdonarte.

*  *  *

Inexistencia

Esta muy extendida la idea
de que no somos  responsables.

Se nos ha intimado a responder
las más simples preguntas
con la esperanza
de reducir las opciones.

Los últimos acontecimientos
han demostrado,
simplemente
la inexistencia de los otros.

Nos guste o no
estamos atrapados.
Las excusas se han desvanecido.



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Jorge Santkovsky (1957, Bahía Blanca)
Es poeta y Presidente de la Asociación Argentina del Juego de Go. Actualmente se encuentra radicado en Buenos Aires.  Publicó Revelaciones (Huesos de Jibia, 2010) y Revelaciones acerca de otras criaturas (Huesos de Jibia, 2011).

sábado, 11 de agosto de 2012

josé luís péixoto






ARTE POÉTICA


el poema no tiene más que el sonido de su sentido,
la letra p no es la primera letra de la palabra poema,
el poema es esculpido de sentidos y esa es su forma,
poema no se lee poema, se lee pan o flor, se lee hierva
fresca y tus labios, se lee sonrisa extendida en mil
árboles o cielo de puñales, amenaza, se lee miedo y búsqueda
de ciegos, se lee mano de niño o tú, madre, que duermes
y me hiciste nacer de ti para ser palabras que no
se escriben, se lee país y mar y cielo olvidado y
memoria, se lee silencio, sí, tantas veces, poema se lee silencio,
lugar que no se dice y que significa, silencio de tu
mirar de dulce muchacha, silencio al domingo entre las
        [conversaciones,
silencio después de un beso o de una flor desmedida, silencio
de ti, padre, que moriste en todo para sólo existir en ese poema
callado, quién lo puede negar?, que escribes siempre y siempre, en
secreto, dentro de mí y dentro de todos los que te sufren.
el poema no es esta lapicera de tinta negra, no es esta voz,
la letra p no es la primera letra de la palabra poema,
el poema es cuando yo podía dormir a la tarde en las vacaciones
de verano y el sol entraba por la ventana, el poema es donde yo
fui feliz y donde yo morí tanto, el poema es cuando yo no
conocía la palabra poema, cuando yo no conocía la
letra p y comía tostadas hechas en la lumbre de la cocina del
patio, el poema es aquí, cuando levanto la mirada del papel
y dejo a mis manos tocarte, cuando sé, sin rimas
y sin metáforas, que te amo, el poema será cuando los niños
y los pájaros se revelen y, hasta allá, irá siendo siempre y todo.
el poema sabe, el poema se conoce y, a sí mismo, nunca se llama
poema, a sí mismo, nunca se escribe con p, el poema dentro de
sí es perfume y es humo, es un niño que corre en un pomar para
abrazar a su padre, es la exhaustación y la libertad sentida, es todo
lo que quiero aprender si lo que quiero aprender es todo,
es tu mirada y lo que imagino de ella, es soledad y arrepentimiento,
no son bibliotecas ardiendo de versos contados porque eso son
bibliotecas ardiendo de versos contados y no es el poema,
                                                                     [no es la
raíz de una palabra que juzgamos conocer porque sólo podemos
conocer lo que poseemos y no poseemos nada, no es un
terrón de tierra cantando himnos y extendiendo murallas entre
los versos y el mundo, el poema no es la palabra poema
porque la palabra poema es una palabra, el poema es la
carne salada por dentro, es una mirada perdida en la noche sobre
los tejados en la hora que todos duermen, es el último
recuerdo de un ahogado, es una pesadilla, una angustia, esperanza.
el poema no tiene estrofas, tiene cuerpo, el poema no tiene versos,
tiene sangre, el poema no se escribe con letras, se escribe
con grano de arena y besos, pétalos y momentos, gritos e
incertezas, la letra p no es la primera letra de la palabra poema,
la palabra poema existe para no ser escrita como yo existo
para no ser escrito, para no ser entendido, ni siquiera por
mí mismo, aunque mi sentido estuviese en todos los lugares
donde soy, el poema soy yo, mis manos en tus cabellos,
el poema es mi rostro, que no veo, y que existe porque me
miras, el poema es tu rostro, yo, yo no sé escribir la
palabra poema, yo, yo sólo sé escribir su sentido.




Este poema está incluido en la Antología de poesía portuguesa contemporánea (Estuario editora, 2009), compilada por  la poeta Isabel de la Fuente.

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José Luís Peixoto (1974, Galveias)
Narrador y poeta portugués. Se licenció en Lengua y Literatura inglesa y alemana por la Universidad Nova de Lisboa. Ha sido incluido en infinidad de antologías, entre ellas Antología de poesía portuguesa contemporánea (Estuario editora, 2009), y traducido a 16 idiomas. De su obra narrativa y poética cabe destacar: Nadie nos mira (2001) (novela que le valió el prestigioso Premio José Saramago), Cementerio de pianos (2007) (por la que recibió el Premio Cálamo Otra Mirada, España) e Historias de nuestra casa (Casa Editorial HUM, 2009). En 2010 hemos editado en huesía “Mira a sus nietos…” y “a la hora de poner la mesa…”.

domingo, 22 de abril de 2012

pablo dobrinin












MONTEVIDEO


Montevideo los ojos vidriosos las plumas de un ser alado

que flotan sobre las negras aguas
una mano que dibuja en el aire la forma de la música
las flores que se elevan y consumen en el aire
un hombre que recorre lentos corredores con la llave que solo cierra

Montevideo las arañas amarillas y sus paseos nocturnos en la telaraña de la fiebre
la clarividencia de los condenados a muerte el escorpión de luz de las revelaciones
Montevideo las calles que exudan una permanente melancolía
el cielo incoloro los edificios gastados las playas de invierno
Montevideo un niño perdido las palabras que nunca escucharé
Montevideo la feria de Tristán Narvaja y los hombres que caminan en sentido contrario a las agujas del reloj buscando un libro un álbum de figuritas un juguete
(Sobre el negro río de los discos de vinilo vuelan los pájaros de la memoria)
Montevideo un viejo sentado en una esquina
y esa tristeza mas contagiosa que un bostezo
esa mirada de luces despellejadas
esa angustia tatuada en los huesos
hurgando en una grieta del aire
esperando
tal vez
desde allí
descienda
una lluvia
lenta
de mujeres azules
Montevideo la erosión irremediable un sedimento vaporoso
Montevideo la noche sin párpados
el aire frío en el rostro de un hombre que mira el mar


El poema Montevideo de Pablo Dobrinin se encuentra inédito (de próxima publicación por Melón editora).


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Pablo Dobrinin (1970, Montevideo)

Narrador de fantasía y poeta uruguayo. Publicó la antología de cuentos Colores peligrosos (Editorial Reina Negra, 2011 – Arg.); cuentos que así mismo fueron editados en Francia, España y Argentina. Administra el blog: pablodobrinin.blogspot.com

sábado, 24 de marzo de 2012

fabio morábito








NO HE VISTO COLOCAR
una primera piedra,

jamás he visto la primera piedra


de un hospital, de un templo, de un centro

de asistencia, de un campo de fútbol,


ignoro de qué está hecha una primera piedra,

si puede ser de ladrillo o debe ser de piedra,


si es una piedra simbólica

que se desecha después del protocolo


o queda comprendida en la edificación

y puede señalarse con el dedo.


¿Dónde está la primera piedra de San Pedro?

¿Es una piedra bendita o profana?


Imagino largas colas de fieles para verla,

más codiciada que la reliquia de un santo.


No amo las reliquias

ni su revés: las primeras piedras,


no amo el protocolo de la vida,

ninguna forma de genuflexión,


me salto los títulos de los poemas

y voy directo a la primera línea,


el primer verso de un poema

no es su primera piedra,


no puede señalarse con el dedo,

todo el poema línea a línea


construye un solo verso,

es más, todo poema acaba en el siguiente


que se escribe y pone fin a otro

escrito o aún por escribirse,


nadie termina un viaje,

un náufrago jamás se seca,


no hay una orilla, no hay una Ítaca,

no hay tierra firme para quien está mojado,


todas las piedras son la tierra firme,

todas las piedras, si lo ves, son Ítacas,


son la primera piedra que te sale al paso,

todas tus piedras te han salido al paso,


todos los pasos llevan a tu isla,

todas las islas son de pura piedra.




Este poema pertenece al poemario Delante de un prado una vaca, reeditado recientemente en la antología Un náufrago jamás se seca (Gog y Magog ediciones, 2011).



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Fabio Morábito (1955, Alejandría)


Si bien su nacimiento tuvo lugar en Alejandría, su niñez la pasó en Milán. Al día de hoy, se encuentra radicado en México, D.F.


Es poeta, narrador y ensayista. Publicó: La lenta furia (1989 – relatos, Eterna Cadencia editora, 2006), Caja de herramientas (1989), Los pastores sin ovejas (1995 – ensayo), La vida ordenada (2000 - relatos), También Berlín se olvida (2004), Grieta de fatiga (relatos, Eterna Cadencia Editora, 2006) y Emilio, los chistes y la muerte (2009). Publicó los poemarios: Lotes baldíos (1985), De Lunes todo el año (1992), Alguien de lava (1992) y Delante de un prado una vaca (2011), todos ellos reeditados recientemente en Un náufrago jamás se seca (Gog y Magog ediciones, 2011).


domingo, 11 de marzo de 2012

álvaro ojeda










seamos prudentes
ese mismo rayo de sol
compuesto por millones de filamentos
de viejo polvo estelar
de sumas de sumas
tampoco nos salvará.

* * *

cenizas
vestigios del pogromo
en el pocillo agrietado de Julieta
cenizas
migas del mantel familiar
que no acaban de caer
por el pozo del aire
cenizas comunales
cenizas familiares
del cigarro del ciego de Carriego
a la del manojo de rosas
cenizas
la memoria es ceniza
afligida desconsiderada quieta
ceniza que obstruye
una y otra vez
el labio
la boca
la molécula del deseo.

* * *

el sol no podría
todo el sol
sus enormes tentáculos
no podrían
su corona encrespada
su vergel corrosivo
no podría
no puede
dar luz a ese hombre.

* * *

¿dónde están los que llegaron
antes que Moisés?
se acomodaron en sus habitaciones
solicitaron la cena
comieron mientras miraban el cable
lo mismo en lo mismo
y durmieron bien comidos
y satisfechos
en las tuberías
en los caños
en los desagües
ni una sola referencia acerca del destino.


Estos 4 poemas pertenecen al poemario Aceptación de la tristeza (Estuario editora, 2011).



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Álvaro Ojeda (1958, Montevideo)
Es poeta, narrador, crítico, periodista. Entre otros publicó los poemarios Ofrecidos al mago sueño (Ediciones de la Banda Oriental, 1987), Alzheimer (Ediciones de Uno, 1992), Los universos inútiles de Austen Henry Layard (Ediciones del Último Reino, 1996), Cul-de-sac (Editorial Artefato, 2004), Toda sombra me es grata (Editorial Artefato, 2006), Aceptación de la tristeza (Estuario editora, 2011) y Desnudo (Melón editora, 2012). En narrativa publicó las novelas El hijo de la pluma (2004), La fascinación (2008) y Máximo (2010).

domingo, 12 de diciembre de 2010

tatiana oroño

.
.
.
.
.
APORÍA
.
Océano no hay
sin naufragios ni ahogados
sin víctimas
no hay
........océano
que no lama una orilla
.
........como a llaga
........o herida.
.
-----------------------------------------
SIN TÍTULO
.
Quedaba un cielo azul
Y todo lo demás
.
No
.
-----------------------------------------
LOS FUEGOS FUEGAN
.
Los fuegos fuegan rojan
lamiditas azules queman
el traste de las ollas que lloran
las calderas que cantan
.
-----------------------------------------
MADROR
.
La madre no les dio su madror.
No les pudo dar eso aquello
otro
que les faltó.
.
Echaron esas barbas. Terciaron esas suertes.
.
Por una curvatura
del desver
.
les desgreda el camino.
.
-----------------------------------------
ESTO NO ES UN SONAJERO
.
Un ruido como de cristalitos.
Cositas que se rompen.
Un ruido de filosos
pedacitos.
.
Un ruidito en el piso del alma
traquetea. Una tuerquita
floja.
.
Quién se agacha y tantea
en los filitos. Quién
se arrodilla y palpa
en los crics. En las señitas sueltas.
.
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POSGEOLÓGICO
.
Espumas cabalgadas por espumas.
.
Corroídos los muslos de los mares.
Espumas cabalgadas por espumas.
Despellejados aires. Hervidero
.
donde el planeta
se cocina.
.
Sus aguas agonizan.
.
.
Estos 6 poemas pertenecen al poemario La piedra nada sabe (Estuario editora, 2008).
Aparecen por cortesía de Estuario editora.

.
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Tatiana Oroño (1947, San José)
Poeta y narradora uruguaya. Es profesora de Literatura, crítica literaria y de arte. Ha ganado numerosos premios por su poesía. Publicó: El alfabeto verde (Ediciones de la balanza - MTV, 1979), Poemas, poesía 82 (Editorial Arca - MTV, 1982), Cuenta abierta (Editorial Arca - MTV, 1986), Tajos (Editorial Arca - MTV, 1990), Bajamar (1996), Tout fut ce qui ne fut pas / Todo tuvo la forma que no tuvo (ed. bilingue, Autres Temps-Les Écrits des Forges - Marsella, 2002), Morada móvil (Editorial Artefacto - MTV, 2004) y La piedra nada sabe (Estuario editora - MTV, 2008).

domingo, 5 de diciembre de 2010

carolina méndez alí

.
.
.
.
.
.
no llegás a recordar
otra vez con tanta agua
.
te refugiaste bajo algún techo
había alguien al lado
y pensaste
quedémonos a vivir acá
.
cruzaste una calle sin calle
una con río
intentando atravesar el gris
del cielo y del agua,
corriste mucho
el viento
hizo volar un cartel
.
en el jardín, el pasto se veía abajo
de la telita de agua:
lo pisaste
y tus pies nadaron
en el estero accidental
.
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.
A Roberto Méndez Alí
alterno palabras budistas
con una película lenta de aventuras
lentas
.
quiero tener un pensamiento
sin ningún otro
que le haga de camino secundario
.
sus ojos están siempre
nunca se fueron y también
su ironía quedó
con la misma
eternidad que mi lunar
.
voy y vengo por la casa
juego a diferenciar los tipos de luz
adivino por dónde
va a entrar el otoño
.
como pitonisa pasaría hambre
pensé que sería en abril
y fue en febrero:
.
era un mes que no conocía
pasaba rápido
con semanas perfectas
carnaval y después marzo
aplanadora de cosas que empiezan
.
cada día de esos fue un
minuto un minuto un minuto un
minuto un minuto un minuto
.
mis párpados ya se dieron cuenta
de todo
.
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.
empezó el día
después del insomnio
con el canto de una calandria
que aceleró el amanecer
.
después vio el cielo
cada vez con más luz
.
para qué sería todo esto
-se dijo-
la pregunta
duró un segundo
.
había otras cuestiones
el rumbo de los pliegues del vestido
o cómo llevar de la mano al novio
un pañuelo
su llave de casa
la flor imaginaria y la real
.
en esas estaba
cuando encontró en un bolso viejo
la invitación para otro casamiento
fechada dos años atrás
cuando casi nada
de su hoy era así
cuando ni por asomo
existía la ausencia
que la sorprendía por lo larga
y definitiva
.
hace dos años pero ahora
todo era posible lo bueno y lo malo
lo duradero y lo efímero
decir a todo que sí
.
se metió en el vestido
se inclinó hacia un costado
festejó cada detalle
.
.
Estos poemas pertenecen al primer y único poemario de Carolina Méndez Alí, días buenos, tardes buenas (Ediciones El Mono Armado, 2010).
.
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Carolina Méndez Alí (1976, Buenos Aires)
Poeta y licenciada en psicología, participó en varios talleres de narrativa y poesía. días buenos, tardes buenas (Ediciones El Mono Armado, 2010) es su primer poemario.